Salud
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Estos son los pescados que la OCU desaconseja comer

El pescado es un alimento fundamental en toda alimentación equilibrada, pero no todos son recomendados.

Pescado sobre una tabla de madera
Pescado sobre una tabla de madera
Freepik

El pescado es uno de esos alimentos que no puede faltar en ninguna dieta equilibrada, pues aportan proteínas de alto valor biológico, minerales (yodo, selenio…) y distintas vitaminas (A, D, B12…), si bien es necesario ser conscientes de que no todos los pescados son iguales. De hecho, los expertos aconsejan evitar aquellos de gran tamaño y predadores, pues suelen acumular niveles elevados de mercurio, un metal pesado que puede llegar a ser tóxico para la salud.

Alertando del riesgo que supone su consumo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha identificado cuáles son los pescados que desaconseja incluir en la dieta o, en todo caso, consumir con una mayor moderación. Lo ha hecho tras analizar más de un centenar de productos tanto frescos como congelados y enlatados, realizando la correspondiente medición de mercurio.

Este metal pesado llega a los océanos a través de la contaminación industrial, para luego, en el agua, transformarse en metilmercurio, una sustancia tóxica que se acumula en los tejidos de los peces. Un consumo excesivo de determinadas especies puede tener efectos negativos para la salud, especialmente en mujeres embarazadas, niños y lactantes.

Los pescados que la OCU no recomienda consumir

En el estudio de la OCU se pudieron identificar cuáles son las especies de pescados que tienen unos niveles de mercurio más altos, destacando el atún rojo, el pez espada, el emperador y algunos tiburones como el marrajo y la tintorera. Aunque se trata de variedades apreciadas por su textura y sabor, se deben consumir de manera moderada por su elevado contenido en mercurio.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios aconsejan limitar su ingesta a una porción semanal en adultos sanos, además de evitarlos por completo en el caso de mujeres embarazadas y niños de menos de 10 años.

Como principales alternativas, la OCU aconseja optar por productos de acuicultura, como el salmón o la trucha, que tienen unos niveles más bajos de mercurio gracias a que su alimentación es controlada y no tienen tanta exposición a la contaminación del océano. Se trata de unas especies muy a tener en cuenta para poder consumir pescado sin riesgo para la salud.

Por tanto, no todos los pescados son igual en los que respecta a su contenido en mercurio, y algunas especies como la dorada, el salmón, el lenguado o la sardina pueden ser excelentes alternativas por tener niveles bajos de este metal, sin olvidar a cefalópodos como el calamar y el pulpo, o moluscos bivalvos como las almejas y los mejillones, todas ellas opciones seguras para incluir en nuestra alimentación.

El optar por este tipo de pescados en la dieta reduce el riesgo de exposición al mercurio, pero al mismo tiempo también aporta diferentes beneficios para la salud, los cuales dependen en gran parte de cada especie. Por ejemplo, las sardinas destacan especialmente por su alto contenido en ácidos grasos Omega-3, que ayudan a mantener una buena salud cardiovascular.

Más allá de sus recomendaciones, desde la OCU dan una serie de recomendaciones prácticas para consumir el pescado de forma responsable. Para empezar, sugiere la alternancia entre especies con alto y bajo nivel de mercurio, evitando consumir en exceso las más contaminadas. De igual modo, aconsejan prestar atención al origen del pescado, siendo los de acuicultura habitualmente más seguros.

Para los grupos de mayor riesgo, como las mujeres embarazadas o en lactancia, o los niños, la OCU aconseja evitar totalmente los pescados con niveles altos de mercurio, tratando de eludir cualquier tipo de riesgo y optando en su lugar por alternativas como moluscos, trucha o salmón.

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