Ni en el baño ni en la cocina: dónde colocar el árbol de jade en casa para atraer la buena suerte, según los expertos
Esta planta es muy agradecida; pero sí hay que cuidarla y, sobre todo, tener en cuenta dónde se coloca.

Cuando se manejan nuevos conceptos es importante informarse bien antes de usarlos alegremente en conversaciones, reflexiones o escritos divulgativos. El feng shui es un ejemplo de ello: se trata de una cuestión de fe, más que de ciencia, pero seguir sus pautas trae beneficios probados en cuestión de ordenamiento vital, ánimo y serenidad. Es una filosofía de vida que cada vez está ganando más adeptos y llega con más fuerza a España.
Ya no es ‘nuevo’ en Occidente, pero todavía hay mucha gente que no sabe exactamente en qué consiste. Básicamente es una filosofía que busca el equilibrio y atiende al flujo de energía positiva en el hogar. La idea es construir y mantener un entorno armonioso; la creencia oriental, porque nació en China hace unos 3.500 años, es que eso atrae la prosperidad, la salud y la felicidad. Ahí entra en juego cierto ser vivo de mucho atractivo: la planta de jade.

Planta de jade
El árbol de jade es un tesoro para quienes guían su vida con el feng shui. Además de colaborar a esa búsqueda de equilibrio en el lugar de residencia, se cree que atrae el dinero y otro tesoro, el de la amistad. Sus hojas, de hecho, tiene forma de moneda.
A nivel de usuario, otro detalle interesante de esta planta es que es muy agradecida; no necesita de mimos continuos, aunque sí hay que cuidarla y, sobre todo, tener en cuenta dónde se coloca.
Dónde colocar la planta de jade en casa: despacho, sí; lavadero, no
El feng shui convierte la casa en un mapa de corrientes energéticas. El despacho en casa, donde se genera o continúa una actividad lucrativa, sería un entorno perfecto para colocar la planta; preferiblemente, en el sureste de ese espacio. También cerca de la puerta de la casa, para que el influjo de la planta se extienda a todo el hogar. No en vano es el lugar de recibimiento de quienes aportan felicidad al hogar, desde familiares a amigos que son bienvenidos en él.
A la planta de jade no le gustan las humedades. No es tanto una cuestión de biología, sino de energía: en el feng shui se consideran sitios de mala suerte el baño y el lavadero, porque ‘drenan’ la energía y dejan que se desperdicie.